Manuel e Irene son viejos conocidos de nosotros, y buenos amigos. Hace un par de años ya disfrutamos de una sesión muy divertida: «Manuel e Irene más que amor». Sesión en la que lo pasamos de lujo y plasmamos con imágenes el amor que se tienen entre ellos y por supuesto su pasión por el mundo del motor.
Tiempo después, contactaron conmigo para decirme que se casaban, y que yo sería la persona elegida para inmortalizar ese día tan especial. Desde el primer segundo la ilusión y las ganas me invadían, y crecía día a día a medida que se acercaba la fecha. Para mí Manuel e Irene son especiales, por la amistad que nos une y por la forma tan especial en la que siempre me han tratado.
Llegó el día de la preboda, reportaje que podéis ver aquí , y ya se notaba esa mirada tan especial que tienen, ese brillo en los ojos de ella y esa sonrisilla en la cara de él. Poco a poco pasaron los días y llegó ese GRAN DÍA, el día de vuestra boda. Allí estuvimos, inmortalizando cada segundo y disfrutando mientras trabajaba, aunque bueno, dijo Confucio que si haces lo que te gusta nunca tendrás que ir a trabajar…
Espero que disfrutéis de este reportaje tanto como yo realizándolo, ¡HA SIDO UN HONOR INMORTALIZAR ESTE DÍA!
¡QUÉ SEÁIS SIEMPRE FELICES!